INTRODUCCIÓN:
Durante muchos años, el poder de la Alquimia regía el mundo de Weyard. Gracias al descubrimiento de ese poder, la humanidad alcanzó la cima de la civilización y el conocimiento. Pero a la vez que el conocimiento y la sabiduría crecían, también lo hacían los sueños y ambiciones. Sueños de conquista, de guerra, de poder ilimitado y de vida eterna. Todas estas aspiraciones habrían arrasado Weyard de no ser por unos sabios expertos que sellaron este poder en lo más profundo de las entrañas del Templo Sonne, dentro del Monte Aleph. La consecuencia de esto fue que las luces de los Faros Elementales se extinguieron. Tras esto, Weyard se vio privado de su energía elemental y se empezó a destruir a sí mismo poco a poco, empezando por el norte. Esto provocó el caos en la aldea más boreal de Weyard, Prox, gobernada por el Clan Marte del Norte. Un grupo de emisarios guerreros del Clan Marte del Norte, son enviados por Puel (alcalde de Prox) y el anciano sabio de la aldea, con la misión de informar a los habitantes de Weyard (empezando por los taleanos) sobre el peligro que se cierne sobre el mundo si la luz de los cuatro faros elementales (Mercurio, Venus, Júpiter y Marte) no vuelve a concentrarse en el Monte Aleph, ya que mucho tiempo atrás, sus luces fueron selladas para evitar que el ser humano destruyese Weyard, al acumular todo el poder que la Alquimia guarda tras de sí. Entre estos guerreros emisarios estaban Saturos y Menardi, conocidos en Prox por ser los más fuertes.
Debido a que el sellado de la Alquimia está consumiendo las poblaciones del norte, Saturos y Menardi deciden hacer todo lo posible por salvar Prox. Una vez dentro del Templo Sonne, alguno de los proxianos activó sin querer una trampa. Saturos y Menardi fueron los únicos proxianos supervivientes.
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